--> "La muerte no existe en contraposición a la vida sino como parte de ella"
Haruki Murakami.
La muerte, tema escabroso en la vida de la mayoría de las personas. Se le teme, se le huye, se prohibe hablar al respecto, se le engaña, se le adora, se le busca. No hemos podido quitarle lo místico, la duda de qué hay después, si es que hay algo, se tienen esperanza de un paraíso, el temor al infierno o algo peor, la nada total. Sufrir la muerte de alguien querido deja, en la mayoría de los casos, en la desesperanza, en la vacuidad o en la más extraña o maldita depresión, sufrimos por nuestra soledad, por nuestra pérdida, no por la peérdida de la vida.
Saber que una pequeña célula comienza a formarse crea expectativas, crea emociones, saber que día con día crece da esperanza, da miedo, crea dudas, conflictos internos y externos. Más si un día se sabe que esa célula no estaba sola, sino, que creo a su imagen y semejanza otra exactamente igual: el doble de dudas, de miedos, de dolores de cabeza. Un día sin más una acción crea una reacción y ese par de células dejan de crecer, así de la nada, el inicio de la vida se corta abruptamente, se muere, y no es que haya estado libre de tal peligro hasta el momento mismo de caer en él, sino que desde que comenzamos nuestro camino celular el peligro esta inherente, pegado a nosotros como nuestra misma información mitocondrial: un vuelta errónea en la trompa de falopio termina en nada, un vuelta equivocada en la esquina de la calle igualmente termina en nada, no importa en qué momento, siempre estamos jugando con la muerte, propia y ajena.
Es pues, una de las razones más lamentables de la condición humana y a la vez una de las razones para disfrutarla... nunca sabes cuando morirás.
Ahora pues, a unos días de la muerte de ese par de células es que reflexiono sobre ello, no hay dolor, no hay llanto, no hay culpa, simplemente esa necesidad de entender, de aceptar que lo único inevitable y certero en la vida es la muerte.
Quizás resulte imposible entender, quizás de pronto se te revele la razón, lo que es verdad es que todo en esta vida tiene un porque, al menos eso creo yo. Es una lástima que el tiempo no se pueda detener, que no nos de ni un respiro para entender lo que sucede, quizás por eso uno siente que el mundo se congela a nuestro alrededor, es quizás ese intento de detener el tiempo y reflexionar sobre lo que está pasando, entender el porque. Lo que me queda claro es que en verdad la muerte forma ahora parte de tu vida, pero sin que ella haga que tu vida misma se detenga, sigue adelante, nunca sabes que hay más adelante en tu camino. De corazón espero que las cosas en tu vida recobren el orden, no podría esperar que mejoren porque ahora todo será distinto, ni mejor, ni peor, solo completamente distinto. No me atrevo a decir que te entiendo porque no he estado en tu situación y difícilmente podría estarlo, pero de todo corazón espero que esta nueva vida que te espera sea con un sentido, con una dirección.
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