2.17.2009

Catorce, catorce

Ayer el viento me regalo un globo.
Un globo rojo en forma de corazón.
Revoloteaba enfrente de mi, 
bailaba entre vehículos y remolinos.
Hasta que, con delicadeza, el viento lo llevó hasta mi,
lo dejó en mis manos,
y el globo lloró por perder su libertad.
Ahora es preso de mi,
preso en mi caja de metal.

2.13.2009

Noche oscura...

Que negra y hermosa está la noche.
Que bellas las pocas estrellas 
que la contaminación no puede esconder.
Que bella la luna amarilla a media vista.
Esta noche puedo respirar tranquila.
Está noche simplemente soy hermosa.
Y es precisamente en está noche 
que me puedo dar cuenta...
No necesito a nadie más que a mi nada humilde persona.

2.11.2009

De mentiras y otras cosas

En la mañana desperté, mi cuarto ya no estaba, no había muros, ni cama, ni mi horrible cuadro bicéfalo, en su lugar había margaritas y colibries volando. El cielo era morado, el césped se movía y susurraba en un lenguaje que no entendía. Me levante de la cama toro, y camine por un camino empedrado de rubíes. Una cueva gigante se acercó hasta mi y me tragó sin masticar. En su estomago había centenares de princesas y brujas. Me senté a platicar con una de ellas, pero no tenía boca, otra no podía oír y una tercera me ignoraba. Me cansé de escucharlas y de verlas, y con el cuerno de un unicornio rasgue el estomago de la cueva y me encontré en un lugar lúgubre, sucio, oscuro, con cosas en el piso, con olor a mugre, parecía que algún crimen hubiera ocurrido; me di cuenta que era mi cuarto.
En la mañana abrí los ojos y me di cuenta de que prefería estar en algún mundo inventado, a saberme respirando en mi cuarto vació; sin siquiera una huella de tu existencia. Cerré los ojos y soñé con margaritas y princesas. 

2.10.2009

Un día perfecto

Hoy el día fue perfecto; al despertar pude ver el cielo gris, las nubes cerradas, dejando caer sobre la triste ciudad que habito, pequeñas partículas de nieve, como quien tira comida a las palomas. El aire corría fuerte, como queriendo limpiar las calles sucias. Los arboles y palmeras extranjeras se estremecían, parecían tener miedo de no perdurar hasta el día siguiente.
El día fue perfecto, cambiante, voluble. Me recordó un poco a alguien que quiero ignorar.
Por la tarde, el viento dió paso al sol, la luz caía sobre las casas dándoles un hermoso tinte dorado, contrastante con el frío invernal que hacía temblar a los transeúntes.
La gente corría para refugiarse y yo solo podía caminar despacio y disfrutar de la sensación que congelaba mis músculos, mi piel, mis pensamientos, mis sentimientos.
Hoy el día fue perfecto, caprichoso, triste tal vez.
Hoy el día fue perfecto y solo pude pensar en una cosa; me hizo pensar en la persona que quiero ignorar...en mi y en mi volubilidad.

Macaria

Hola, me llamo Macaria, y soy la hija de mi mamá Zazi.
La pobre se ha vuelto loca y ser su hija es un infierno. Busco quien me adopte, pero a veces me da pena dejar sola a mi mami. La quiero mucho, pero necesito alguien más sano, más cuerdo pues, y ella cada día está peor.
Aunque pensándolo bien, me gusta mucho cuando me soba mi pancita y cuando estoy malita ella me dá mi medicina, que aunque no me gusta me la tengo que tomar. Cuando estoy triste ella me abraza, y si tengo frío me deja dormir con ella.
Creo que el amor es así, querer a alguien como es, y ella me quiere como soy y yo a ella.
Por eso, aunque a veces me den ganas de dejarla sola, mejor solo me doy un paceito por la colonia y cuando regreso las dos estamos de buenas y nos mimamos.
Pobre de mi mamita...¿Qué haría sin mi?

2.09.2009

About

Solo yo, nada más nada menos.
Pero si miras bien, quizás encuentres detrás de mis ojos a un pequeño duende, amarillo, con los ojos rojos sin dientes y cojo, chueco de la espalda, de cabello rozado, vestido de traje blanco y negro y zapatos de punta; sentado en un rincón llorando por existir y no ser.
Y si miras más adentro, dentro de mi pecho, veras una gran caja vacía, con cuatro paredes donde hay la huella de varios amores perdidos, como los marcos que adornaron durante años una pared y fueron removidos dejándola vacía, solo con las marcas y terriblemente triste.
Pero si diriges tu mirada a mi estomago veras un volcán enano que hace erupción cada cinco segundos, que escupe lava roja, azul y morada, furioso, que arrasa con todo a su paso, que no duerme nunca, que se consume a si mismo con cada erupción.
Y finalmente si miras en mi cerebro, veras un tempano de hielo, desierto, rodeado de agua y pedazos de hielo que se le han desprendido con el paso del tiempo, pedazos de colores y sabores, flotando, chocando entre si, rompiéndose para volverse a unir, para separarse de nuevo después.
Mira bien, porque cada rincón esconde un demonio, una lágrima o un sueño.

A través de mis ojos


A través de mis ojos la vista es hermosa, pierde sentido la realidad, las cosas no tienen volumen, los espacios no tienen fondo. A través de mis ojos puedo ver un día perfecto, feliz, sin sombras; puedo también, ver mariposas gigantes de colores ácidos, que vuelan deborando hombres; arañas patonas, que hacen sus telarañas entre los edificios. A través de mis ojos, soy hermosa, mi vida es tranquila, mi mente serena. A través de mis ojos, las mentiras se tornan verdad, las verdades desaparecen.
A través de mis ojos pude ver un país libre; a los pobres sin pobreza, a los ricos sin opulencia; pude ver las calles limpias, las noches tranquilas, los días productivos. A través de mis ojos, el cielo es azul, las estrellas brillan en la noche; los niños son niños; los adultos, adultos.
través de mis ojos encontré el amor en tu mirada.
Pero una noche me paré frente al espejo y pude ver que a través de mis ojos, veo solo, lo que quiero ver.

El brassier azul

De pronto lo vi, en medio de aquella gran maraña de encajes, motitas y colores brillantes; un hermoso brassier azul, de media copa, con listones de seda al frente, tirantes exageradamente delgados, de un tejido hermoso. Me acerque a él, lo tomé y al instante me imaginé el momento justo en que meterías los dedos entre los tirantes y mi piel, besando al mismo tiempo mi cuello, tu respiración profunda, calmada; y la mía nerviosa, desesperada, agitada. Primero deslizarías uno de los tirantes para besar mi hombro, después el otro. Con tus cálidas y gigantes manos, buscarías por debajo del brassier mi pequeño seno, jugarías unos segundos con mi pezón y justo en el momento en que mi cuerpo pidiera más, lo dejarías. Con esa delicadeza que te caracteriza, y con esa paciencia que me desespera. Besarías entre mis pechos, y por encima del brassier, me morderías cada uno, tomándote tu tiempo, como quien realiza una tarea que necesitase de extrema meticulosidad. Me tendrías a tu merced, jugando con cada uno de los pliegues de mi ropa interior, recorriéndolos con tus dedos, acariciando indirectamente mi piel, haciéndola sufrir por ser presa aún del encaje azul. Me tendrías suplicándote quitarme de una vez el brassier y dejarme completamente a merced tuya. Pero tu, implacable, seguirías torturandome, bajando un poco la copa para dejar escapar "por accidente" mi piel, para después acomodarlo de nuevo.
De golpe regresé a la realidad, sintiendo la respiración entrecortada y un ligero calor en la entrepierna. Lo tomé decidida y fui hasta la caja para pagarlo. Llegué a casa y sentí la irresistible curiosidad de vermelo puesto, pero la idea de estrenarlo contigo fue aún mayor. 
Los días pasaron y la sorpresa aguardaba en el rincón de mi closet esperando por ti.
Los meses pasaron y las cosas fueron de caída. Primero una semana sin saber de ti, un mes, dos, tres.
Y hace una semana, justo cuando me disponía a deshacerme de él, a cortarlo en pedacitos, a descargar en él la furia que sentía por ti, sonó el teléfono. Las frases de mi interlocutor, fueron claras, cortas y directas. Dejé caer el teléfono y mi humanidad cayó junto con él. 
Ahora no sé que hacer con él, ya no tiene razón para estar en el fondo del closet esperando por sorprender a quien ya no puede ser sorprendido, ambos estaremos a la espera eterna de sentir esas manos, esa respiración, esa piel. Ahora no sé que hacer con él, como no sé qué hacer conmigo, ni con esto que está guardado en el fondo de mi corazón, justo como el brassier en el fondo del closet.

A ti, por ti, para ambos...

Y heme aqui, haciendo no sé qué o con qué propósito. Tantas cosas incoherentes, llenas de rabia, amor y dudas.
Tienes, de principio, dos opciones: cerrar ahora este intento de escrito decente o seguir leyendo. No prometo gran cosa, tampoco verdades o mentiras, solo yo de mis muchas maneras.




"Que las cosas nunca cambien, que los cambios nunca mueran y que en el camino no dejemos de ser lo que somos"

Otra canción de cuna

 Esta es una canción de cuna  que cantaba mamá, donde no existen las hadas y no se debe gritar. Este era un niño muy triste que no quería vo...