Me quedaría mudo ante esos azules, me diluiría en esa oscuridad inmensa de la noche de pena como viento que soy, como hoja sin rumbo que nunca está por mucho tiempo en el suelo... imaginario, siempre imaginario es mi caminar por la vida de los demás, no estoy, no existo, soy producto de tu vaporosa imaginación.
Una imagen basta, tan sólo una imagen, para encender las sombras del tiempo, no importa el engaño, no importa el recuerdo, tan sólo una imagen impresa en mi piel de aquellos que miran, tus ojos oscuros, serenos y tristes, tan sólo una imagen: verdad o mentira, presencia o ausencia, tu vida y la mía.