A pero que weba

 Pues vale, que este post iba a estar dedicado a la entrada número cien del blog que fue la pasada, iba a comenzar así todo bonito, poniendo los días que han pasado, haciendo un recuento y demás, pero de pronto me a entrado una flojera colosal y me parece un poco vanidoso hablar al respecto de la forma que lo tenía pensado, así que mejor le llegó directo al grano para después pasar con lo siguiente.
Primero que nada quiero agradecer a las personas que se pasan por este rincón cibernético y gastan algunos minutos de su vida leyendo (y a veces hasta comentado), sé que requiere un gran esfuerzo, sobre todo por los coloritos chingame la vista que hay en la pagina, que hace tiempo quiero cambiar, pero que me da cosita, porque me gusta como se ve, pero sé que se tiene que hacer, muchas gracias especiales a las doce personas que se han delcarado abiertamente seguidores de mis letras, me cae de madre que siento un compromiso muy grande hacía ustedes y quisiera pedirle una disculpa por esas largas ausencias, que si bien molestas, a veces son necesarias.
La verdad es que tener un blog es como una bendición, pero a veces no es fácil mantenerlo. En mi caso lo comencé para dar respuesta a la necesidad de expresar todo eso que traía atorado y que en nigún otro lado me atrevía a sacarlo, pero eso es una navaja de doble filo, porque después uno no siempre tiene ganas de escribir, la vida de afuera sobre pasa las capacidades y estos espacios se dejan en el olvido, además no se puede estar hablando siempre de lo mismo, porque eso aburre a las personas, y es que si, esto también se vuelve el espacio de quien lo lee.
Y aunque suene a entrega de premios chafa pues quiero agredecer a varias personas importantes en mi vida, pues sin su existencia no se hubiera topado con la mía muchas de estas letras no tendrían ahora sentido. A mi hermana que siempre está cerca para darme consuelo, para corregirme errores (sobre todo ortográficos) y que entiende lo que pasa por mi loca cabeza a veces mejor que yo. A mis amigos cercanos en sentimiento lejanos en cuerpo, porque a pesar de los kilometros he sentido su prescencia y apoyo cuando más lo he necesitado. A los amores prohibidos, no correspondidos y que han dolido hasta donde jamás pensé que llegaría a sentir: JPNdelT, JV, GMG, CAGR, muchas gracias por el amor, por el tiempo, por las palabras, por lo besos y las caricias dadas y no dadas. A mis padres por pagarme el internet para poder publicar esto. A mi cerebro que jamás se detiene y es quien da coherencía a un bola de sensaciones atoradas en el estomago y las convierte en lo que aqui se encuentra.
Gracias a todos y todas por el tiempo, por el espacio.
Nota: Y si usted amable lector se fijo en el número de entradas que aparecen en la lista de a lado y las cuentas no le salen con las cien que digo tener, es porque muchas de ellas no han visto la luz y esperan su oportunidad para dejar de ser borradores y pasar a ser post. Esas entradas que por absurdas, dolorosas, porque su momento parece que ha pasado, porque las letras parecen no tener sentido o porque no a habido el tiempo suficiente para terminarlas, son las que acompletan el centenar de pedazos que he ido dejando en este espacio.

De nueva cuenta, gracias