2.11.2009

De mentiras y otras cosas

En la mañana desperté, mi cuarto ya no estaba, no había muros, ni cama, ni mi horrible cuadro bicéfalo, en su lugar había margaritas y colibries volando. El cielo era morado, el césped se movía y susurraba en un lenguaje que no entendía. Me levante de la cama toro, y camine por un camino empedrado de rubíes. Una cueva gigante se acercó hasta mi y me tragó sin masticar. En su estomago había centenares de princesas y brujas. Me senté a platicar con una de ellas, pero no tenía boca, otra no podía oír y una tercera me ignoraba. Me cansé de escucharlas y de verlas, y con el cuerno de un unicornio rasgue el estomago de la cueva y me encontré en un lugar lúgubre, sucio, oscuro, con cosas en el piso, con olor a mugre, parecía que algún crimen hubiera ocurrido; me di cuenta que era mi cuarto.
En la mañana abrí los ojos y me di cuenta de que prefería estar en algún mundo inventado, a saberme respirando en mi cuarto vació; sin siquiera una huella de tu existencia. Cerré los ojos y soñé con margaritas y princesas. 

1 comentario:

  1. http://mx.geocities.com/sikephobia/perfect_day.htm

    Me gustó mucho esta entrada... =) la otra pachecosa no tanto, jajajaja
    pero definitivamente soy seguidor de MACARIA!!!

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