Ahora eres mío.
Desde que te vi supe que serías mi perdición
que contigo no conocería alivio
que desgarrarías lo poco que queda de mi alma maltrecha
y no me importó,
lo sabía pero aun así quise sufrirte,
quise quererte
y cuando por fin te amé, me mataste,
me doliste, me olvidaste,
y no me importó.
Desde que te vi lo supe y lloré por saberlo
y lloré por dejarlo a un lado
porque mi amor era más grande que mi orgullo,
era más grande que tu
y me di cuenta que eras sólo una excusa para amar,
para volver a sentir,
pero me equivoqué de excusa,
escogí una que sabia no iba poder olvidar,
ni a pesar de tu indiferencia,
ni a pesar de tu soberbia,
ni a pesar de todas esas veces que me diste a entender que sólo era un juego
que sólo era una más.
Menos importó la guerra que tuve que librar,
ni los reproches,
ni las preguntas que generaste.
No me importó perder a un amigo,
perder mi tranquilidad, ni mi libertad.
Pero ahora que estás acabado,
Pero ahora que estás acabado,
que no puedes seguir,
te veo y sufro y lloro,
porque es sólo un sueño,
porque quisiera que me necesitaras como yo a ti,
porque sé que jamás te haré falta
y que sólo es el deseo de una ilusión que se niega a morir,
y me pregunto si acaso vales la pena estas líneas
y me digo que no importa porque no puedo dejarte atrás,
porque simplemente no lo quiero,
porque gozo con el dolor que me ocasionas,
y porque sé que ahora eres mío,
aunque no lo sepas,
aunque no lo quieras aceptar
ahora eres mío,
siempre lo has sido,
siempre lo serás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario