1.15.2016

Torcida

Hoy mientras el viento acariciaba mi rostro
una imagen tuya llegó hasta mi,
así como una aparición,
como un fantasma del recuerdo
de días felices y tardes soleadas.

Fue sólo un suspiro,
un still de una película,
tan sólo un instante,
sólo una impresión
de un momento de otro tiempo.

Quise recordar los detalles de tu rostro,
el verde exacto de tus ojos,
el aroma de tu piel;
ese que tanto me empeñé en memorizar,
el tacto de tu cuerpo desnudo
contra el mío caliente.

Nada.

Simplemente esa imagen flotando
de una sonrisa pícara
y una barba ligera
rozando mis labios.

Ya lo sabía,
desde el momento en que te vi,
supe que no eras sino
otra invensión  más
de mi dañado cerebro.

Tus imperfecciones tan particulares
encajaban tan bien con las mías,
tus monstruos ocultos
tan perdidos como los míos.

Tanta torcida perfección no podía ser real.

Y ahora que éste dañado cerebro
quiere volver a crearte,
le es imposible.

La perfección sólo puede ser momentánea,
incluso la  más imperfecta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Otra canción de cuna

 Esta es una canción de cuna  que cantaba mamá, donde no existen las hadas y no se debe gritar. Este era un niño muy triste que no quería vo...