9.08.2014

La silla vacía

 
Y aquí estoy de nuevo, lamentándome, tratando de entender, buscando por borrarte de mi pasado, de mi futuro, de mi.

Las ideas me golpean con tanta fuerza que no sé, no entiendo lo que mi cabeza quiere decir y sólo siento el profundo vacío de mi pecho, de mi estómago, de mi cama.

La misma pregunta que gira y gira sin darme paz: ¿Por qué?

¿Acaso no fuiste feliz en mis brazos?, ¿acaso no saboreaste las mieles de mi cuerpo desnudo al tiempo que reías y gritabas que no te querías marchar nunca?

¿No fue, sino en el calor de mi boca, que tu sexo caliente conoció el éxtasis una y otra vez?

¿No fueron mis pechos, las montañas a que acudías cada mañana y contemplabas el amanecer?

¿No te aferraste a mi cintura mientras llorabas y suplicabas porque no sucumbiera ante la traición de mi propio cuerpo?

¿No decían tus ojos, tus labios, tus manos y tu apresurados besos, lo que tu voz no se atrevía a pronunciar?

No entiendo como lo que fue y nos hizo felices pueda ser un error.

¿No son acaso tus miedos los que mantiene en pena a nuestros corazones?

¿Es que mi memoria me engaña?, ¿Es que fuiste sólo un sueño?

Porque hubiera jurado, al tenerte en mis brazos que eras real.

Y ahora sólo escupo palabras vicerales a una silla vacía que no responde.

Tenías razón… ahora puedo morir en paz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Otra canción de cuna

 Esta es una canción de cuna  que cantaba mamá, donde no existen las hadas y no se debe gritar. Este era un niño muy triste que no quería vo...